
Catar afronta el Mundial de 2026 con el objetivo de consolidar su proyecto futbolístico tras el impulso de 2022. La Al-Annabi apuesta por una base cohesionada y un plan táctico claro, buscando competir con organización y disciplina frente a rivales de mayor recorrido.
En su historia mundialista, Catar debutó como anfitrión en 2022, sentando las bases de una generación con mayor experiencia internacional. Figuras como Hassan Al-Haydos, Akram Afif y Almoez Ali han sido referencias del proceso, aportando talento ofensivo y liderazgo.
Para 2026, los expertos consideran a Catar un outsider capaz de incomodar en la fase de grupos. Si sostiene la solidez defensiva y aprovecha las transiciones rápidas, podría sorprender. El reto será mantener la regularidad y la eficacia en los momentos clave.