
Turquía afronta el Mundial de 2026 con la meta de revivir el espíritu heroico de 2002, cuando fue tercera del mundo. Con una generación joven y ambiciosa, la Millî Takım quiere asentarse entre las selecciones más competitivas de Europa.
Su trayectoria mundialista es breve pero intensa, marcada por pasión, orgullo y entrega. Referentes como Rüştü Reçber, Hakan Şükür y Emre Belözoğlu abrieron el camino para una nueva camada liderada por Hakan Çalhanoğlu.
En 2026, Turquía presenta un plantel talentoso y en crecimiento, arropado por una afición inigualable. Los analistas coinciden: puede ser una revelación del torneo si sostiene su cohesión e intensidad.