Visita a bodega con cata de vino en Parma
Acerca de esta actividad
- Tu reserva será confirmada de inmediato
- Esta opción tiene cancelación GRATUITA: ¡reserva sin riesgo!
Lo más destacado
A solo 20 km de Parma capital te espera una bodega familiar rodeada de viñedos centenarios, donde conocerás el proceso de elaboración de los vinos más emblemáticos de la provincia. La experiencia comienza en el caserío de la finca, con un breve paseo por el viñedo y continúa en la histórica cantina subterránea antes de pasar a la sala de degustación.
La actividad está pensada para todas las edades a partir de 12 años (los menores degustan mosto) y se desarrolla al aire libre y en interiores climatizados. El punto de encuentro y estacionamiento gratuito se envían con el bono de reserva; se recomienda llegar con 15 min de antelación para registrarse tranquilamente.
- Reserva tu copa y asegura tu plaza en grupos muy reducidos
- Degusta tres vinos con Parmigiano Reggiano de 24 meses
- Llévate consejos expertos para maridar y conservar tus botellas
Qué está incluido
- Visita guiada al viñedo y a la cantina histórica
- Cata de 3 vinos DOC (Malvasía, Lambrusco, Colli di Parma reserva)
- Maridaje ligero: Parmigiano Reggiano 24 m, salame felino y pan artesanal
- Botella de agua y copa conmemorativa
Selecciona participantes y fecha
La experiencia en detalle
Basta cruzar el portón de piedra para que el aroma a mosto y madera envuelva los sentidos. El recorrido se inicia en el viñedo, donde cepas de Lambrusco y Malvasía se alinean sobre suelos de arcilla roja; aquí se explican prácticas de poda sostenible y el efecto del microclima del valle del Po en la concentración aromática de la uva.
Bajo la sombra de los plátanos, se desciende a la cantina subterránea excavada en tufa, cuyas paredes mantienen una temperatura constante todo el año. Entre barricas de roble francés, el enólogo detalla cada etapa de la crianza y las diferencias entre los métodos de espumado natural y la fermentación tradicional. El silencio solo se rompe por el tímido burbujeo de las levaduras que aún trabajan.
En la sala de cata te espera la parte más sabrosa de la visita. Primero una Malvasía seca, floral y fresca; después un Lambrusco frizzante de tonos rubí que limpia el paladar y, por último, un Colli di Parma tinto de reserva, con notas de cereza negra y especias suaves. Cada copa se acompaña de lasca de Parmigiano Reggiano de 24 meses, salame felino y pan casero, realzando los matices del vino.
Para cerrar, un breve paso por la tienda de la finca permite adquirir botellas con envío internacional o recogerlas al finalizar el viaje. El personal comparte trucos sobre temperatura de servicio, conservación y maridajes típicos de la región, desde tortelli di erbetta hasta culatello de Zibello. Saldrás con más que un recuerdo: con el sabor auténtico de la campiña parmesana.