Aventura en quad por el desierto del Sáhara desde Douz
Acerca de esta actividad
- Tu reserva será confirmada de inmediato
Lo más destacado
Siente la potencia de un quad 4×4 bajo tus manos y adéntrate en las dunas doradas del desierto del Sáhara a las afueras de Douz, “la puerta del desierto” tunecino. La experiencia, de 1 hora de duración, parte de un campamento a 5 km del centro; allí recibirás casco, gafas y una breve instrucción de seguridad (idiomas: español, francés, inglés y árabe).
Apta para mayores de 16 años (pasajeros desde 8 años en biplaza), la ruta atraviesa cordones de dunas y lagos salados secos, con paradas para fotos y cambios de conductor si viajas en pareja. El guía abre pista en su propio quad, marca la velocidad adecuada y señala los mejores ángulos para captar el contraste entre el ocaso y la arena ondulante.
- Reserva tu quad ahora y garantiza salida en grupos reducidos
- Descarga adrenalina con curvas y subidas en dunas de hasta 20 m
- Llévate fotos épicas con casco tuareg y vistas infinitas del Sáhara
Qué está incluido
- Quad individual o biplaza (110 cc–300 cc, según disponibilidad)
- Guía profesional abriendo ruta e instrucciones de seguridad
- Equipo completo: casco integral, gafas antipolvo y pañuelo tuareg desechable
- Té a la menta al finalizar la actividad
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La experiencia en detalle
Tras presentarte en el campamento, el equipo ajusta tu casco, te entrega gafas antipolvo y explica los fundamentos del vehículo: acelerador en el manillar, freno de disco y posición de equilibrio al atacar las subidas. Con un par de vueltas de prueba, sentirás la confianza necesaria para lanzarte a las dunas.
La caravana avanza en fila india para minimizar el impacto sobre la frágil superficie. Cada giro revela nuevas texturas: crestas afiladas modeladas por el viento, oasis de tamarindos que rompen la monotonía y, con suerte, huellas de zorro fennec o camellos nómadas. El guía se detiene en lo alto de una duna panorámica para que apagues el motor y escuches el silencio absoluto del desierto, roto solo por el crujir de la arena.
Al reanudar la marcha, las luces del atardecer tiñen el horizonte de tonos cálidos que se reflejan en los granos de sílice. El último tramo aprovecha las curvas naturales para trazar eses divertidas antes de regresar al campamento. Allí podrás refrescarte con té a la menta y revisar las imágenes captadas con tu cámara o el móvil protegido en funda de arena.