20 jun
sáb
•16:00
BMO Field • Toronto
14 jun
dom
•12:00
NRG Stadium • Houston
20 jun
sáb
•16:00
BMO Field • Toronto
25 jun
jue
•16:00
MetLife Stadium • Nueva York
24 dic
mié
•18:30
Marrakech Stadium • Ouahat Sidi Brahim
28 dic
dom
•21:00
Marrakech Stadium • Ouahat Sidi Brahim
31 dic
mié
•20:00
Marrakech Stadium • Ouahat Sidi Brahim
14 jun
dom
•19:00
Lincoln Financial Field • Filadelfia
20 jun
sáb
•16:00
BMO Field • Toronto
Alemania llega a Toronto como tetracampeona del mundo y de nuevo instalada en el top-10 del ranking FIFA, con una cultura de torneo basada en la precisión táctica y el control del ritmo. Costa de Marfil aterriza como campeona de África por tercera vez en su historia, con un fútbol más vertical, poderoso en el choque y letal en las transiciones.
En el BMO Field se cruzan dos filosofías: la circulación paciente y el talento entre líneas de Musiala, Wirtz o Kimmich frente a la zancada de Adingra, la presencia de Haller y la energía de Kessié. Su único antecedente, un 2-2 en amistoso de 2009, ya demostró que los Elefantes pueden incomodar al gigante europeo.
En fase de grupos cada punto cuenta: Alemania viene de dos eliminaciones dolorosas en 2018 y 2022 y no puede especular, mientras Costa de Marfil quiere validar su corona continental ante una potencia histórica.
En un BMO Field ampliado hasta unas 45.000 plazas, con gradas muy cercanas al césped y ambiente compacto junto al lago Ontario, cada entrada se convierte en un billete a un choque de estilos de alto voltaje.
El pedigrí alemán impone respeto: cuatro estrellas en el pecho, podios repetidos y, al mismo tiempo, la urgencia de romper una etapa reciente de altibajos mundialistas. La nueva Alemania se apoya en el desequilibrio de Jamal Musiala, la visión de Florian Wirtz, el liderazgo de Joshua Kimmich y la pegada de Kai Havertz, ya consolidados como referentes de selección y club.
Costa de Marfil, por su parte, llega con la autoridad que da reinar en la última Copa África gracias a los goles de Sébastien Haller y el peso competitivo de Franck Kessié y Simon Adingra. Campeona en 1992, 2015 y 2023, ya no se ve como invitada exótica, sino como selección capaz de tumbar a cualquier europeo en 90 minutos.
Este Alemania–Costa de Marfil en Toronto ofrece algo más que tres puntos: es una cita para ver a la élite europea medir fuerzas con el campeón de África en un Mundial ampliado. Vivirlo en directo significa escuchar cada himno, cada choque y cada ocasión… y poder decir: “Yo estuve allí”. Asegura tu asiento y sé testigo de la historia.
Para el Mundial, el BMO Field se expande hasta unas 45.000 localidades, con un diseño específico de fútbol: tribunas rectas, sin pista de atletismo y una sensación de estadio “europeo” donde la grada se vuelca literalmente sobre el área. Las mejores vistas se encuentran en las laterales bajas, comparables a una tribuna central en Múnich o Londres; los fondos norte y sur recuerdan a las curvas más ruidosas del viejo continente, mientras que los anillos superiores ofrecen una panorámica perfecta para seguir el dibujo táctico del partido.
Tomando como referencia los precios oficiales para partidos de grupo sin la selección canadiense, las Boletos oscilan aproximadamente entre 60 y 80 € en las zonas más altas (categoría 4), 140-160 € en fondos y anillos medios (categoría 3), 300-340 € en esquinas y laterales medias (categoría 2) y 430-450 € en las butacas centrales de mediocampo (categoría 1), siempre según el tipo de rival y la demanda.
Las opciones premium y de hospitality, con acceso a lounges y servicios VIP, parten de cifras claramente superiores, por encima de los 1.800 € al cambio actual.