10 cosas que ver y que hacer en la Zona Cero de Nueva York

La Zona Cero fue escenario de uno de los sucesos más sobrecogedores de la historia reciente de la ciudad y es una de las visitas más emotivas que hacer en Nueva York. Te cuento qué puedes visitar cuando estés paseando por la zona.

Las últimas plantas del One World Trade Center, de la 100 a la 102, albergan uno de los observatorios más novedosos construidos en la Gran Manzana. Con una altura de 386,5 metros es el mirador más alto de Nueva York. Desde aquí hay unas espectaculares vistas de 360º para disfrutar de la ciudad.

Sin embargo, el One World Observatory no cuenta con un área exterior a diferencia de otros miradores como el Top of the Rock o The Edge, sino que es todo acristalado e interior por lo que la percepción es un tanto distinta, ya que no se puede sentir el viento en el rostro ni la sensación de vértigo como en los otros. Además, para quienes quieran tomar fotografías quizá esto puede suponer un problema.

En cualquier caso, te recomiendo la visita a One World Observatory si te gustan los rascacielos y la arquitectura moderna como a mí, pues el diseño de este mirador permite contemplar hasta 80 kilómetros de la ciudad en todas las direcciones: el Empire State, el puente de Brooklyn... y hasta la Estatua de la Libertad.

La experiencia empieza desde el momento en que entras en el ascensor, el cual está recubierto de paneles LED que ameniza la subida hasta el mirador con el desarrollo de Nueva York desde sus orígenes. ¡En sólo 47 segundos! Además, es un símbolo del nuevo World Trade Center tras lo sucedido en la Zona Cero del que los neoyorkinos están orgullosos.

Información práctica

El Memorial 11-S es una de las visitas más emotivas que hacer en Nueva York. Situado en plena Zona Cero rinde tributo a todas las personas que fallecieron en los atentados terroristas de 2001. Éste y el Museo del 11-S son los dos monumentos que más me impactaron de la Zona Cero y que te dejan las emociones a flor de piel.

En el mismo sitio donde se erigían imponentes las Torres Gemelas se ubica hoy el Memorial Plaza, dos enormes fuentes alimentadas por cascadas que están bordeadas por placas de bronce sobre las que se han plasmado los nombres de todas las víctimas.

A su vez están envueltas por cientos de hermosos robles traídos desde Washington y Pensilvania, también escenarios del 11-S. El resultado es un magnífico oasis de recogimiento en medio del bullicio de la ciudad que nos invita a pasear para recordar el pasado y a llenar el futuro de esperanza e ilusión.

Entre todos esos árboles destaca uno llamado el árbol superviviente, el único que sobrevivió a la tragedia. Los empleados de las obras de recuperación de la Zona Cero de Nueva York lo encontraron un mes después de los atentados y aunque estaba vivo aún, se hallaba en muy malas condiciones por lo que fue retirado para poderlo cuidar y recuperar.

Años después, en 2010, se devolvió al árbol superviviente a su emplazamiento original y en la actualidad es un símbolo de esperanza y resistencia para todos los neoyorkinos e incluso para el mundo. En verdad es maravilloso poder contemplarlo a día de hoy.

El Memorial 11-S cuenta también con un museo donde se expone una colección formada por más de 10.000 objetos recuperados de los escombros, los cuales pertenecieron a las víctimas y a las personas que trataron de socorrerlas tras el atentado.

Para todas las personas que de una forma u otra fuimos testigos del 11-S visitar el National September 11 Memorial & Museum es un momento muy emotivo durante un viaje a Nueva York. Se inauguró en mayo de 2014 y documenta la historia y el significado que tuvieron los ataques contra el World Trade Center a través de una extensa colección de piezas que dan testimonio de aquella trágica fecha.

¿Cómo es el Museo del 11-S por dentro?

Que el Museo del 11S se sitúe debajo del Memorial Plaza, dentro de los restos de la estructura del World Trade Center original, me resultó asombroso. No hay nada que pueda prepararte para lo que verás en el interior del Museo del 11- S tras pasar el arco de seguridad puesto que despierta muchas emociones.

Es imposible no tener un nudo en la garganta a lo largo del recorrido, al conocer tan de cerca el terrible suceso y la respuesta heroica de la ciudad de Nueva York.

Me impactó muchísimo observar los restos de las columnas originales de las Torres Gemelas, los objetos de las víctimas recuperados de los escombros, los testimonios de los supervivientes y sobre todo las escaleras por las que cientos de personas trataron de huir para salvar sus vidas en medio del caos.

En el museo están incluso los restos de un camión de bomberos que participó en las labores de rescate aquel fatídico día. Es verdaderamente estremecedor. Muchas personas sacrificaron su vida para salvar la de otros y gracias a todos esos héroes anónimos, cientos de personas lograron sobrevivir aquella mañana.

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Precisamente a los equipos de rescate y a las personas que murieron a causa de las consecuencias indirectas del atentado está dedicado el Memorial Glade ubicado en la Memorial Plaza, cerca del National September 11 Memorial & Museum.

Muchos bomberos, policías, sanitarios y otros trabajadores perdieron sus vidas mientras trataban de auxiliar a los damnificados o limpiaban los escombros. Otros fallecieron por culpa de varias enfermedades tras haber estado expuestos a las toxinas nocivas del aire en la Zona Cero.

Todos ellos fueron parte de esta tragedia, junto a las casi 3.000 víctimas directas y sus familias. El Memorial Glade del 11-S es un homenaje a todas estas personas.

¿Cómo es el Memorial Glade del 11-S?

La historia que alberga este monumento es muy emocionante por el bello significado que entraña. Se trata de un sendero de cuatro metros de largo con seis monolitos que parecen brotar del suelo y atravesarlo. Cada uno tiene acero del One World Trade Center y a la hora de diseñarlos se siguió una técnica tradicional japonesa llamada kintsugi, la cual aborda la reparación de piezas de cerámica que se han roto llenando las grietas con oro.

El kintsugi representa la idea de que no hay que ocultar ninguna cicatriz. Al contrario, se tienen que mostrar porque es un símbolo de daño pero al mismo tiempo de fortaleza. Un concepto que viene a significar la capacidad de la ciudad de Nueva York para sobreponerse a la adversidad sin olvidar nunca lo ocurrido aquel 11-S. Una preciosa lección sobre resiliencia.

Tras el atentado fue necesario reconstruir la zona por completo. Las Torres Gemelas dieron paso a cuatro grandes y modernos rascacielos donde destaca especialmente el One World Trade Center, un edificio que se ha convertido en uno de los principales puntos de referencia de Nueva York.

En un principio se le bautizó como Freedom Tower pero posteriormente se descartó ese nombre por su peso emocional. De esta manera, finalmente se eligió One World Trade Center como nombre del edificio más alto del complejo con 104 pisos y 541 metros de altura, es decir, 1.776 pies un número simbólico que hace referencia al año de la Independencia de los Estados Unidos. Curioso, ¿verdad? Esto lo convierte en el sexto edificio más alto del planeta y el primero fuera de Asia.

Lo acompañan otros rascacielos de cristal, acero y hormigón llamados 2 WTC, 3 WTC, 4 WTC y 7 WTC, destinados a oficinas y otros fines, que sustituyeron a varios de los edificios afectados tras el derrumbe de las Torres Gemelas.

Donde antiguamente estaba la Estación del PATH, destruida tras los atentados terroristas del 11-S, se ha levantado la Estación Central WTC con la firma del arquitecto español Santiago Calatrava.

Se trata de una enorme y espectacular estación central que conecta numerosas líneas de metro, tren y grandes edificios del Financial District. Lo que más me llamó la atención es que está coronada por una cúpula de vidrio y metal llamada The Oculus por donde la luz puede fluir con facilidad iluminando todo el conjunto.

Para su diseño Calatrava se inspiró en el modo en el que un niño suelta al cielo una paloma que tiene entre sus manos pero hay quien dice que se parece a un gran ojo con pestañas o que es como estar dentro de una ballena…

La verdad es que es muy diferente a Grand Central Terminal, la estación ferroviaria más importante de Manhattan y, a mi parecer, una de las joyas arquitectónicas de Nueva York que data del siglo XIX. Aunque es complicado comparalas puesto que son de estilos muy distintos. Cada una tiene su encanto, ¿no crees?

El centro comercial Westfield World Trade Center Mall

Justo debajo de la estructura de The Oculus, que sirve de techo al enorme vestíbulo central, se localiza Westfield World Trade Center Mall, un centro comercial con más de 50 tiendas (Apple Store, Lacoste, H&M, Pandora...) y varios restaurantes (Eataly, Shake Shack, Starbucks...) que vino a sustituir al centro comercial del World Trade Center cuando fue destruido en el 11-S.

Westfield World Trade Center Mall es un buen sitio al que ir de compras o donde hacer una pausa para picar algo tras una visita a la Zona Cero de Nueva York. ¿Qué tal un café, un helado o una hamburguesa para coger fuerzas y seguir con tu ruta por la ciudad?

Lower Manhattan tiene un buen número de atracciones turísticas como Battery Park, Wall Street y su Charging Bull, el City Hall, la Corte Suprema de Nueva York o la Trinity Church, entre otros. Pero si hay algo que atrae a miles de turistas a esta zona, es el conocido como "Financial District" de Nueva York. Aquí, entre cientos de ejecutivos trajeados, podrás descubrir imponentes edificios como La Bolsa de Nueva York o el famoso búfalo, al que tendrás que acariciar para tener buena suerte.

En esta zona, las calles se estrechan y los rascacielos son todavía más altos (si cabe), tanto que te costará adivinar el azul del cielo entre los altos edificios. Aquí todo el mundo va con prisas, por eso encontrarás también multitud de locales de comida rápida donde los trabajadores hacen un break en su jornada para comer algo.

Hablando de compras, los atentados del 11-S también dañaron el antiguo centro comercial Winter Garden Atrium que en aquel entonces formaba parte del World Financial Center. Aunque su estructura soportó el ataque quedó estropeada bajo los escombros y hubo que reconstruir el edificio para devolverle su esplendor y antiguo aspecto.

En 2002, casi un año después del suceso, volvió a abrir sus puertas con el nombre de Brookfield Place y pudimos caminar de nuevo por las galerías y escaleras de mármol, disfrutando de las bonitas cristaleras por las que penetra la luz natural y de las enormes palmeras ubicadas en el interior del centro comercial.

Este centro comercial es un lugar encantador para hacer un descanso y merendar o para curiosear en sus tiendas de lujo (J. Crew, Bottega Veneta, Gucci, Louis Vuitton…). Incluso hay un food market llamado Le District especializado en cocina francesa donde puedes pedir lo que más te guste y sentarte a comer en las mesas repartidas por el recinto.

¿Qué más hacer en Brookfield Place?

A lo largo del año, en Brookfield Place se organizan actividades culturales como exhibiciones, conciertos, artes escénicas y programas infantiles para toda la familia. Si viajas con niños a Nueva York es una buena idea que eches un vistazo a su oferta cultural en su web oficial porque siempre hay algo que hacer.

Además, durante el invierno en la parte exterior de Brookfield Place se instala una pista de hielo que no suele estar tan abarrotada como otras de la ciudad. Te recomiendo que la visites en Navidad si te gusta patinar ya que también organizan un bonito espectáculo de luces en su plaza central.

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Esta capilla es un milagro. A pesar de situarse muy cerca de donde se encontraban las Torres Gemelas no sufrió ningún daño durante el ataque a diferencia de otras construcciones más modernas de la zona. Ni un cristal roto. Es por ello que a la Capilla de Saint Paul se la conoce como “la capilla que resistió”.

Se trata del edificio religioso más antiguo de Manhattan. De estilo georgiano es la única de la era colonial en la isla conocida porque fue aquí donde George Washington realizó su discurso como primer presidente de los Estados Unidos en 1789.

Siglos más tarde, al sobrevivir al 11-S, se convirtió en un símbolo del triunfo de la vida sobre la sinrazón y la barbarie. Por su proximidad a la zona de la tragedia y las buenas condiciones en las que se encontraba, se usó a la Capilla de Saint Paul como refugio para los policías, bomberos y voluntarios que durante largos meses trabajaron en la Zona Cero ayudando a despejar los escombros y buscando víctimas.

Memorial de la Capilla de Saint Paul

De hecho, para recordar a los caídos en el 11- S se les dedicó una sala del interior del templo a modo de memorial. La Capilla de Saint Paul es otro de los lugares de la Zona Cero de Nueva York que te aconsejo que visites. No sólo por su valor histórico sino también por su valor emocional para la ciudad.

Allí podrás ver algunas fotografías de las personas que sacrificaron su vida para salvar la de otros y los mensajes de apoyo de la comunidad internacional. También hay un tablón para los desaparecidos aquel aciago día y se puede ver incluso la cama sobre la que descansaban los voluntarios durante sus interminables jornadas de trabajo en la Zona Cero. Sin duda, una visita que te estremece y te hace reflexionar mucho por el significado que guarda.

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Se trataba de un complejo situado en Lower Manhattan donde se encontraban las emblemáticas Torres Gemelas, símbolo del mundo financiero estadounidense desde su inauguración en 1973.

El atentado terrorista del 11-S devastó el World Trade Center y se llevó consigo la vida de miles de personas. La zona en la que aconteció la tragedia se convirtió en un inmenso cráter que con el tiempo se rehabilitó para construir un memorial a las víctimas.

En la actualidad se ha transformado en un símbolo de resistencia en Nueva York y la Zona Cero se ha reformado con varios monumentos que merece mucho la pena visitar. ¿Qué puedes ver en el World Trade Center?

Información práctica de la Zona Cero de Nueva York

El tour del Alto y Bajo Manhattan

Manhattan es el corazón de Nueva York, uno de esos lugares que nunca te cansarías de explorar. Si te ha gustado la visita a la Zona Cero, tal vez te interese realizar el Tour del Alto y Bajo Manhattan con el que no te dejarás ningún rincón relevante por descubrir.

Con este tour verás desde un autobús todos los sitios de interés del centro de Nueva York, sus emblemáticos barrios como Greenwich Village, Wall Street, Chinatown o Little Italy, además de las calles que dan fama mundial a Manhattan como la Quinta Avenida.

Si quieres conocer más acerca de esta experiencia en Nueva York, te recomiendo que leas el artículo sobre el Tour del Alto y Bajo Manhattan donde te explico con detenimiento todo lo que vas a ver, te doy algunos consejos útiles y te cuento más sobre otras experiencias interesantes en la ciudad que no te querrás perder.

Súbete a uno de los cruceros por el Hudson

El sur de Manhattan es un lugar clave desde donde encontrarás varios muelles donde subirte a los cruceros que surcan el Hudson. Hay recorridos y tours para todos los gustos y todos los bolsillos, desde los que parten durante el día para ver el Skyline de Manhattan en todo su esplendor hasta los lujosos cruceros con cena que parten cada noche y te sirven una cena gourmet para que disfrutes de la ciudad iluminada.

Llega hasta la Estatua de la Libertad

Desde Battery Park, al ladito de la Zona Cero, parten los ferries hasta la Estatua de la Libertad. Un recorrido en ferry te dejará las mejores vistas de Manhattan y de Lady Liberty. Una vez llegues a su isla, Liberty Island, podrás visitar su Pedestal e incluso su Corona, pero lo más recomendable es que compres las entradas a la Estatua de la Libertad con antelación.

Aprovecha para visitar Brooklyn

Si cruzas el Puente de Brooklyn, algo que. terecomiendo 100%, llegarás al distrito de Brooklyn, una de las zonas más trendy de la ciudad. Aprovecha para recorrer sus calles y avenidas, hacer la mítica foto desde DUMBO y comer o tomar un brunch en uno de sus cafés más hipsters.