Desde aquella histórica semifinal de 2002 y la clasificación a octavos en Qatar 2022, el cuadro asiático llega a este cruce con la misma intensidad: presión incesante, ritmo vertiginoso y ataques directos impulsados por su velocidad. Al otro lado, la escuadra balcánica se planta con el oficio que la llevó a la final de 2018 y al podio en 2022, un fútbol de control, paciencia y mucho talento en la sala de máquinas.
El choque enfrenta la energía inagotable de los coreanos con la madurez competitiva de una generación croata habituada a resistir en partidos largos y cargados de tensión. En una fase de grupos en la que cualquier tropiezo puede condicionar el pase, cada balón dividido entre asiáticos y balcánicos pesa como una elección trascendental.
El combinado de la península coreana se apoya en el liderazgo y la pegada de Son Heung-min, respaldado por la jerarquía defensiva de Kim Min-jae y la agresividad ofensiva de atacantes como Hwang Hee-chan. Enfrente, los vigentes terceros del planeta conservan su sello de calidad con Luka Modrić como cerebro, rodeado de futbolistas de élite como Marcelo Brozović, Mateo Kovačić o Joško Gvardiol.
Se trata de un pulso de altísimo nivel, cargado de ritmo y talento. No te quedes viéndolo desde lejos: asegura tu boleto y vive en primera persona un choque que puede marcar el destino de todo el grupo.